3 HÁBITOS QUE ACELERAN LA PÉRDIDA DE AUDICIÓN:

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El ruido puede dañar nuestra audición de manera permanente e irreversible. Se debe a dos factores: la intensidad y el tiempo de exposición.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 1100 millones de jóvenes en todo el mundo podrían estar en riesgo de sufrir pérdida de audición debido a prácticas auditivas perjudiciales.

La exposición continuada a sonidos fuertes provoca cansancio en las células sensoriales auditivas, pudiendo generar una pérdida temporal o acúfenos (sensación de zumbidos o pitidos en los oídos).

Los 3 factores que más favorecen a la pérdida de audición son:

  1. El hábito que más influye en la pérdida de audición es la exposición al ruido. Las principales fuentes de ruido en nuestro país son el ruido del tráfico y las fuentes de ocio ruidosas como conciertos o discotecas. En el entorno laboral, la exposición continuada durante 8 horas diarias a niveles que superan los 80 dB sin las protecciones adecuadas era una de las causas de trastornos provocados por el ruido. En los últimos años creció la preocupación por el aumento de la exposición a sonidos fuertes por el uso de reproductores de audio, que suelen escucharse a volúmenes perjudiciales y durante periodos de tiempo continuados.
  2. Enfermedades cardiovasculares como la hipertensión, obesidad, diabetes mellitus pueden afectar a la audición. Por eso, mantener unos hábitos saludables y la realización de ejercicio físico ayudan a reducir la pérdida de audición en un futuro.
  3. La ingesta de medicamentos de uso cotidiana que, si se toman de manera prolongada pueden dañar la audición, como son algún tipo de antiinflamatorios (paracetamol y aspirina).
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Consejos para cuidar nuestra salud auditiva:

  • Limitar el volumen de ruido, disminuyendo el tiempo de escucha con volumen alto. La intensidad sonora máxima de exposición a un sonido o ruido para evitar posibles lesiones auditivas es de 70 a 80 decibelios (dB).
  • Utilizar auriculares que se ajusten bien. De ser posible, que aíslen del ruido del entorno para escuchar la música a un volumen más bajo.
  • Evitar ambientes ruidosos y mantenerse lo más lejos posible de fuentes de sonido como los altavoces.
  • Usar protectores auditivos.
  • Hacer pequeños descansos auditivos para reducir la duración total de la exposición al ruido.
  • Realizar revisiones auditivas al menos una vez al año para detectar la aparición de la pérdida de audición en sus etapas iniciales.

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