Antonio González Miró, fundador de Ópticas Miró en Ribadeo y Foz, nace el 25 de marzo de 1915, en Caraño (Concello de Pol, Lugo).
Con 21 años comenzó a trabajar como relojero en una pequeña tienda en Meira hasta que tuvo que abandonarla por el comienzo de la guerra. El 2 de abril de 1937, es llamado para prestar servicio militar al cuerpo de Ingenieros Zapadores (tender puentes y alambradas, hacer refugios y trincheras). En el Estado Mayor se enteraron de que era relojero y el 16 de febrero de 1938 pasó a formar parte del cuerpo de Transmisiones en Zaragoza, para hacer cursillos sobre instrumentos telefónicos ya que se averiaban a menudo por las tormentas. Permaneció en la capital aragonesa hasta el final de la Guerra Civil.
En 1942 decide emigrar a Ribadeo y abrir una tienda de relojería, joyería y óptica. Allí conoce a Antonia López Sánchez y se casan el 7 de Abril de 1945 en A Coruña.
En esta época, la óptica no era una profesión reglamentada sino una profesión libre. Es en el año 1955 cuando se regulariza y se convierte en una profesión universitaria.
Antonio Antonio quiso encaminar su carrera hacia la óptica obteniendo el diploma de Óptico en Anteojería en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid. Recuerda que en su curso había cinco mujeres y treinta hombres. En los años 60, Madrid contaba con 110 ópticas, Lugo con 5, al igual que en A Coruña
Su hijo Javier heredó la vocación de óptico y en el año 1992 se responsabilizó de la óptica en Ribadeo. En la actualidad es regentada por su nieto David, hijo de Javier.
En 1983, Antonio funda, junto con su mujer y su hijo menor José Luis, su segunda óptica, el destino escogido es Foz.
“De Ribadeo a Viveiro no había ninguna óptica, así que pensamos en fundar una segunda en Burela o en Foz, donde teníamos y seguimos teniendo buena clientela. Al final, resultó ser Foz, donde estamos al servicio de nuestros buenos amigos y clientes desde el día 23 de Junio de 1983.”
José Luis combinó el trabajo en la óptica con sus padres con su gran pasión desde pequeño, los aviones, convirtiéndolo en su profesión.
Antonio siempre trabajó y estuvo acompañado por su mujer durante 70 años. Juntos, formaron una gran familia y transmitieron su profesión a sus hijos y nietos, siendo heredada de generación en generación.
Después de toda una vida dedicados a la óptica, deciden jubilarse, Antonio con 90 años y Antonia con 86. José Luis toma el relevo de la óptica y lo sigue combinando con las avionetas. Su hija Diana, diplomada en Óptica y Optometría por la Universidad de Terrassa (Barcelona), junto con su marido Juan Aldavero, pasan a formar parte de la óptica en Foz en el 2004.
A principios de 2021, la hermana de Diana, Mara, incorpora además la parte de audiología en la óptica.
Tras la decisión de jubilarse, Antonio y Antonia deciden volver a Ribadeo y compartir sus días con sus hijos, nietos y bisnietos en la huerta.